Cómo hacer una buena presentación

En varias ocasiones de nuestra vida hemos necesitado hacer una presentación y, como seres sociales, resulta una herramienta muy útil para presentarte a ti y a tus ideas al mundo. Es por ello que la comunicación en estas presentaciones debe ser efectiva, tanto en contenido como en la presentación de la misma por parte del locutor. Ya sea porque tienes que presentar un trabajo de clase sobre la Guerra Civil Española, enseñar estadísticas y avances de proyecto a tu jefe o vender un producto a un cliente, siempre es conveniente aprender y mejorar en cómo nos presentamos y comunicar nuestros conocimientos, ideas o productos de forma que el espectador lo entienda perfectamente y de forma cómoda, incluso entretenida. A continuación, mostraremos algunos consejos que pueden resultar muy útiles para tener en cuenta para una buena presentación, aunque la mejor presentación posible siempre tendrá su forma más efectiva de presentarlo dependiendo del contexto, el contenido y las propias personas que intervienen en ella, tanto locutor/locutores como espectadores.

Contenido

Siempre se ha hablado de que no se ha de poner mucho texto en la diapositiva, pero no todo lo relacionado con el contenido es texto ni es la parte más importante en la mayoría de los casos. Profundicemos.

Texto

La presentación debe tener unas bases teóricas sólidas. Es por esto que toda la información que recaudemos deberá venir de medios oficiales y/o fiables. Pongamos un ejemplo: imagina que presentas la estructura de un átomo. Te has estudiado bien el tema, pero en el medio de donde cogiste la información no se hablaba de las partículas elementales que forman los neutrones, por ejemplo, y te preguntan si las particulas que forman el átomo son divisibles, a lo que respondes que no. Entonces, hay alguien en la sala que te corrige y te dice: "Sí, sí que se pueden dividir". Acabas de quedar mal delante de muchas personas y has perdido mucha credibilidad, aún sin haber sido tú quien ha escrito la información que estás presentando. Para evitar casos así, la mejor opción es leer de varios medios y, si la presentación es de índole científica, revisar algunos papers recientes sobre el tema a tratar.

Una vez tengas toda la infromación recopilada, lo mejor es hacer una copia de todo el texto que hayas escrito y resumirlo muy brevemente, remarcando las palabras clave, que luego serán las que irán en las diapositivas. El primer texto que escribas puede ser bueno, pero nunca está de más darle un repaso, ya que este será el origen de tus palabras cuando estés explicando en la presentación.

Por último, el resumen, si ha quedado un poco extenso para la presentación, lo puedes volver a resumir dejando lo más básico, que es lo que se verá representado en tu presentación, con los colores adecuados para resaltar las partes importantes.

Índice

Una tabla de contenidos puede resultar interesante cuando se habla de temas educativos en los que hay partes diferenciadas para organizar las ideas que presentarás y que el oyente ya sepa de antemano lo que se tratará en la sesión. En cambio, si se presentará un tema enfocado hacia la divulgación, podrás obviar el índice y empezar directamente.

Gráficos

Los gráficos más usados en las presentaciones suelen ser los más simples: los de columnas, barras y circulares. Recuerda que no todos los datos que aparecen en el grafo son igual de importantes: da prioridad y enfásis a aquellos datos alarmantes o a destacar.

No se suele poner mucho texto en los gráficos, pues el presentador, es decir, tú, será quién explique por qué esos datos existen y se encuentran ahí. Cuanto más simple y legible sea un gráfico, mejor.

Imágenes

A la hora de escoger las imágenes debemos de tener en cuenta la resolución de las mismas para que sea lo más adecuada y con la mayor calidad posible. Redimensionar imágenes está bien siempre que se disminuya su tamaño. Al contrario, se perderá mucha calidad y se verá borrosa.

Por otro lado, deberás tener en mente el tipo de imágenes que vas a usar. Si son dibujos, intenta buscar imágenes que sigan la misma estética. Si son fotografías: brillo y sombras similares, contraste y ruido parecidos, etc. Tendrás que dar una imagen de constancia con las imagenes, valga la redundancia.

Transiciones

Las transiciones muy elaboradas pueden ser divertidas para algunas ocasiones en concreto. Ojo, no confundir con las animaciones, pues son cosas totalemente distintas en una presentación. Una transición es un cambio de diapositiva animado. Una animación es animar uno o varios objetos dentro de una sola diapositiva. Con esto último aclarado, lo mejor para una presentación es dejar la transición por defecto: rápida y simple.

Locutor

Si bien es cierto que el contenido es importante para mostrar toda la información posible a los espectadores, la información es presentado por el locutor o los locutores y es hacia donde irá la mayoría de la atención de todos los oyentes. Un buen locutor es alguien que presentará la información de forma eficaz e informativa. Sin embargo, como se ha mencionado en la introducción, no hay una guía definitiva sobre cómo debe ser una presentación, ni cómo debe comportarse un locutor, debido principalmente al contexto. Si bien es cierto que un locutor abierto e interactivo con el público, incluso entretenido de escuchar, se puede percibir como la forma más efectiva de presentar la información, puede haber situaciones más estrictas donde se requiera de un locutor más serio y erguido, siguiendo unas pautas para una presentación más formal. Es por ello que algunos de estos consejos no pueden ser universales, pero igualmente de calidad en la mayoría de los casos.

Gesticulación

La gesticulación, o comunicación no verbal, aunque no lo parezca, es una de las formas en las que se transmite más información por parte del locutor al público. Según una investigación de la Universidad de California, por parte de Albert Mehrabian, la comunicación es en un 7% verbal (sólo palabras), 38% vocal (tono de voz, los matices y otros sonidos) y el 55% no verbal, por lo que casi el 90% tiene componente no verbal, es decir no incluye la palabra. Es por ello que, aunque para muchas personas sea muy difícil, debemos ser más conscientes e incluso controlar nuestro mensaje no verbal durante una presentación. Según distintos contextos, podemos tener tipos de gesticulaciones muy diferentes. Si queremos presentar nuestro trabajo a jefes o clientes en reuniones, se suele requerir un lenguaje no verbal mucho más formal, con ropa arreglada, poses firmes, presentación de la información concreta y movimientos poco bruscos pero con aires de confianza. Sin embargo, en ambientes más relajados, como una presentación de clase o una TEDtalk, se puede tener un lenguaje no verbal y gesticulaciones mucho más distendido y que te haga más cercano al público. Es habitual el uso de preguntas hacia el público que les invite a participar, vestuario más casual, poses más abiertas e incluso el uso de bromas durante la presentación que hagan que el espectador note un ambiente más libre y lo disfrute. Una desventaja para muchas personas es no poder controlar la gesticulación, principalmente por nervios o no estar acostumbrados a presentar. Un consejo personal que daría sería intentar evitar el uso de chuletas, como folios en la mano, ya que en muchos casos suelen ser un foco de nuestros nervios y llamar la atención de los espectadores más a cómo movemos el folio por los nervios que la presentación en sí. Si nosotros como locutores hemos hecho unas diapositivas, que nos debería servir de chuleta para presentar nuestra información, y hemos preparado nuestra presentación, debemos confiar en que presentaremos la información necesaria. No es necesario seguir un guion y, en general, no hay problema si no mencionamos durante la presentación algún detalle que no aparezca en las diapositivas o sea poco relevante, ya que siempre será mejor presentar la mayor cantidad de información posible de forma natural que toda y de una forma menos efectiva e incómoda. Hay muchos consejos a nuestra disponibilidad sobre cómo relajarse antes de una presentación, como centrarse en la información (sin dejar de prestar atención al público) o beber un trago de agua antes de presentar, aunque siempre dependerá de la persona que los haga su efectividad y habrá consejos más o menos convenientes para cada uno. ¡Os animamos a que probéis todos los que podáis y encontréis vuestra rutina ideal para presentar!

Improvisación

Algunos consejos para una buena presentación en clase por parte de un alumno a su grupo y su profesor, aunque pueden servir para otro tipo de presentaciones también, podrían ser:

  • No leas directamente de las diapositivas, da la sensación de que no conoces lo suficiente del tema ni te has preparado la presentación, además de que desconectas del público.
  • Mantén contacto visual con el público, les ayudará a conectar contigo y prestarte atención, incluso siempre habrá alguien que muestre señales de prestar mucha atención, como asentar con la cabeza, que nos pueden ayudar a sentirnos mejor con nuestra presentación.
  • No mires al profesor. Si bien es cierto que en general es la persona que te va a evaluar, mantener contacto visual directo únicamente con él crea una barrera entre tú y el público que hace la presentación mucho más incómoda y que les desconecta de lo que estés presentando.
  • Practica tu presentación y estudia lo que quieras decir y cómo. Hacer esto al menos unos días antes te hará confiar más en lo que vas a presentar y dudar menos al hablar.
  • Estudia el tema. Esto te permitirá tener una confianza en tu presentación similar a practicarla, te permitirá responder a dudas del público e incluso te permitirá improvisar algunas ideas que no hubieras pensado en el momento antes de la presentación.
  • Se abierto con el público, incluso anímalos a interactuar, haciendo que presten más atención y haya en clase un ambiente más relajado.
  • Haz un final de presentación claro y ábrete a posibles preguntas del público. Dará una sensación de finalización satisfactoria y harás que el público pueda resolver sus dudas.

Contexto

Situación en la que se presenta. Diferencias sobre distintos contextos.

Todos debemos saber leer el contexto en el que se realizará la presentación. Es muy fácil hacerse una idea de la situación antes de empezar a exponer, pero también debemos tener control o intentar manejar la situación durante la presentación. En el apartado del Locutor se explican técnicas interesantes que ayudan mantener el contexto neutro o mejorar el ambiente, lejos de empeorar las cosas con una actitud poco acertada para la ocasión. Por otra parte, podemos estar de acuerdo en que una presentación formal no tiene los mismos rasgos que otra presentación no tan formal, aunque se puedan inferir unos pocos para hacerla más amena. En esta parte de la guía/ayuda veremos ciertas características que dependen del contexto en el que se presenta.

Interacción con el público

La interacción con el público siempre es interesante de cara a extraer información de cómo está yendo la presentación. También puede servir para tranquilizarte. No obstante, no siempre se puede interactuar con el público. Veamos varios temas que se pueden combinar entre sí y que afectan a nuestra percepción de la situación.

Uno de los tópicos que mejor nos ayudan a interactuar con el público es el acompañamiento.

  • Presentación grupal: Estar rodeado de tus compañeros puede resultar calmante a la hora de hablar con los oyentes, sobre todo porque alguno de tus compañeros puede respaldarte en cualquier caso de error o apoyarte para reafirmar una sentencia, opinión o teoría.
  • Presentación individual: Todo el mundo te mirará a ti o a la pantalla: es inevitable. Lo primero es saber tratar esta situación mediante algunas técnicas nombradas en el apartado de Locutor. Luego, una vez tengas confianza, puedes ir haciendo bromas fáciles de entender que vayan acorde a la presentación o incluso haber preparado algún Easter Egg en la propia presentación para captar la atención del que lo entienda.

Otro tópico es la naturaleza de la interacción que decidas realizar.

  • Interacción directa: Realizar bromas o hacer preguntas esperando la respuesta de algún oyente da sensación de seguridad y cercanía al público. No obstante, todo tiene su límite. Hay que saber qué bromas hacer y cuándo hacerlas, de igual manera que hay que conocer y estudiar el ambiente para evaluar las preguntas que se van a lanzar al público.
  • Interacción indirecta: Puedes interactuar con el público sin tener que expresarlo. Antes se ha mencionado el concepto de Easter Egg. Puedes insertar una imagen que tenga que ver con el tema pero que cuente con un trasfondo gracioso o interesante. Por ejemplo, si estás hablando de la importancia de la calidad de las imágenes, puedes poner una foto graciosa de Messi y Agüero de hace veinte años con una calidad horrenda para reivindicar el tópico de tu presentación y, al mismo tiempo, captar la atención de la gente que haya reconocido a Messi y/o a Agüero.

El último tema que vamos a ver es el enfoque de la presentación, aunque hay muchos.

  • Presentación formal: Deberás limitar las bromas y, en caso de hacerlas, conocer muy bien cómo reaccionará la gente a ellas. Las preguntas pueden venir directamente del público: has de preparar bien la presentación y estudiar el tema a fondo.
  • Presentación informal: Demuestra cercanía con comentarios del día a día o paséate por los alrederores de la pantalla o la pizarra. Lo importante es que el público te tenga presente y te preste su atención.

Vocabulario

Asertividad, cercanía, bromas...

Animaciones

¿Usarlas?